domingo, 12 de julio de 2009

PREPUCIO (por Matias Najle Rabolini)

ESTIMADO LECTOR:

Usted está a instantes de vivenciar (en caso de seguir leyendo luego de esta introducción claro está) una experiencia que inundará su cuerpo, su mente y (en el caso de no ser un zombie y/o travesti de formosa) su alma de profundos sentimientos encontrados de: felicidad, buen humor, algarabía, atracción por algun miembro cercano de su familia o clan, espasmos leves y sobre todas las cosas: una sensacion de inferioridad ante la inmensa capacidad de una triste persona de hacerle sonreir o reir usando las mismas palabras que usted puede encontrar en cualquier diccionario doméstico. LAS MISMAS PALABRAS, que con el toque de este desafortunado ganapán ustéd hallará capciosas, divertidas, hirientes, ácidas, cómplices y, en casos de extrema exposición a las mismas, pertubadoras.

Y no solo de palabras se constituye esta suerte de bitácora de la miscelaneidad!... el Sr. Federico Bareiro ha dedicado su vida entera a éste momento, en el que usted se presente aquí, frente a un brillante y colorido monitor, a darse de lleno, a sumergirse sin sacarse la ropa interior en sus jugos creativos, y aqui mismo es donde ustéd hallará al susodicho, como yo lo hiciera hace ya unos años, como un talento desperdiciado derrochandose en comentarios admirables y agudos, ideas innovadoras y hasta detalles que EL MISMO DIOS envidiaría si pudiera lucrar (directamente obvio).

Lo que ustéd verá a continuacion, entrará por todos sus sentidos excepto (AUN!) por el gusto y el tacto.

a falta de buen gusto y tacto, los invito a admirar el retrato de un tipo... de-mente sin pausa.