martes, 6 de octubre de 2009

Dejando

Tomó un sorbo de gaseosa y me miró fijo. La noté segura de lo que quería. Su planteo se veia venir y mi reacción fue casi inmediata.

"¿Qué? ¿Me está dejando?" pensé. A veces me cuelgo pensando cosas. Sacando falsas cuentas, buscando responsabilidades y, sobre todo, forzando la culpa. Y realmente no entendía por qué era que me estaba planteando algo tan terrible. Si nos llevamos bien siempre.
Nosotros nos conocemos mucho y desde hace poco. Claro, tal vez es eso. No pasaron ni 2 años y ya nos conocemos mucho. ¿Qué pretende ella con un tipo tan predecible? Si en dos años ya nos conocemos íntegramente, ¿cuánto más podríamos durar? Tenía razón con su planteo. No sé, a veces me cuelgo pensando cosas.
Y eso de llevarnos tan bien, también ahora me despierta sospechas. Discutimos 3 veces y siempre por nimiedades. Entre el grito inicial de la discusión y el primer beso de las paces pasaban como mucho 5 minutos. Y claro, tal vez es eso..¿Es realmente bueno llevarse bien siempre? Quizá debería haber sido más chocante. Hacer la vista gorda en algunas cosas definitivamente estaba dando punto final a esto. Debería haber forzado alguna discusión en serio como para darle aire a la cosa. Esas cosas deberían venir pautadas en algún lado. No sé, hay veces que me cuelgo pensando cosas.

"Dejando". Qué palabra. Qué palabra de mierda. ¿Cómo me puede estar dejando? Todos los motivos que encuentro no son suficientes para terminar así. Terminarlo de un día para el otro. Ojo, no digo que no la veía venir porque tal vez estamos cansados de nosotros mismos y como no nos podemos dejar a nosotros mismos, dejamos a los otros. Tal vez fue la rutina. Rutina. Qué palabra de mierda. La odio, a la palabra y a la rutina. Pero bueno en 2 años nos habíamos llevado bien y tal vez, sin darnos cuenta (o sin darme cuenta, si no no me estarían dejando) fuimos un poco rutinarios. Los mismos lugares para comer, los mismos hoteles, las mismas canciones, los mismos chistes. Yo pensaba que de verdad le gustaban mis chistes, pero evidentemente ya no quería escucharlos más. Evidentemente nos mató la rutina y acá estamos. Dándole el acorde final a esto. Y la verdad que no sé cómo reaccionar, no sé si es un planteo concreto o si lo podemos negociar. Para negociar soy muy malo pero algo bueno de acá tengo que sacar. Prometer algo que no se si voy a cumplir, recordar cosas lindas, anécdotas lindas, canciones lindas. Pero sin chistes, basta de chistes. En estos momentos tengo que aprender a ponerme serio. No siempre a uno lo están dejando.


No quería hacerlo muy trillado pero no encontré otra forma de reaccionar. Entonces tomé aire, miré a los costados para ver si había alguien que pudiera mofarse de mi derrota fatal y finalmente se lo pregunté:


"¿Qué? ¿Me estas dejando?" Se me detuvo el mundo, comencé a sentir calor y palpitaciones en aumento.

"¿Eh? ¿De qué hablas? Nada que ver! Tengo que pedirte plata" dijo entre risas y gestos de sorpresa mientras le daba un trago al vaso de gaseosa. A veces me cuelgo pensando cosas.