jueves, 11 de marzo de 2010

Singing in the rain.. // Coldplay en Argentina

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Seguramente será el sindrome de jugador de fútbol frustrados que tenemos la mayoria de los varones de este país, pero cómo se le infla el pecho a la gente cuando entra al campo de juego de un estadio. Aunque en este caso sea para ver un recital, un show. Y lo que Coldplay dió en Nuñez fue eso: Un señor show. Veinticinco minutitos pasados de lo estimado y habiendo hecho una previa con Magnificent y El danubio azul (pegados uno atras del otro) se apagaron todas las luces, el estadio se techó con nubes y las gotitas empezaban a picar en la frente de la gente.

La pista de Life in technicolor abrió el juego arrancando los primeros coros de la noche, para seguir con Violet Hill sin que diera tiempo al aplauso y donde un imprevisto en la batería hizo que Chris Martin jugara con la gente sobre el final de la canción, repitiendo una y otra vez la última estrofa. Y bueno, después arrancó la catarata: Clocks, In my place, Yellow; himnos de la década que se fue hace poco hacian pensar que habían arrancado por los bises.

Valga la paradoja, luego vino un respiro con Glass of water; una linda rola (!) que creo haber sido el único que la cantó. (Está alojada en un EP desprendido de Viva la vida, llamado Prospekts March donde también se encuentra la version II de Life in technicolor).

Cementeries of London, 42, Fix you (con fuegos artificiales) y la bonita Strawberry Swing fueron los acordes que, entre monólogos de Chris Martin en perfecto gangoñol, terminaron con el primer tramo del viaje.

Lo que siguió fue una version en version Techno·Remix de God put a smile upon your face / Talk. Linda, bailable, supongo que si hacian las versiones originales el show corría peligro de amesetarse. La versión en piano de The hardest part con coros de Will Champion fue más que excelente y más que excelente fue la inmediatez con la que empezó Viva la vida. Digamos que fue él momento para que los vecinos de Barrio River puteen en voz alta. (¿Se bancaran un recital de GNR?)


Me encantaron las visuales, la dirección de cámara en vivo fue realmente brillante, las luces, las proyecciones en las bolas que formaban parte de la puesta en escena, el show de lasers, realmente fue un show de los que, por estos pagos, estamos malacostumbrados a no tener chance de ver. Viva la vida entonces (Un saludo a Satriani) seguido de Lost! dieron pie a un set acústico a un costado del escenario (más bien entre campo y campo vip) donde entre un cover de Billie jean, una ola cósmica provocada con los celulares de platea a platea y alguna improvisación de Olé olé olé, olée olé olé!, presentaron a pura guitarra una canción nueva (¿Don Quijote?) para luego guardarse por primera vez dejando como banda sonora una version remix de Viva la vida.

Con un golpe helado y violento arrancó la primera tanda de bises: Polikit, Lovers in Japan, Death and all his friends. En estas dos últimas explotó una lluvia de papeles en forma de mariposas (tal cual el video de LIJ). A mi juego me llamaron! Tooodo el mundo tratando de agarrar papeles por todos lados "¿Vos eras la que en los cumpleaños agarraba todos los caramelos de la piñata, no?"

Saludaron de a uno, hicieron reverencia y volvieron a esconderse; y casi como por arte de magia el cielo logro abrirse dejando ver la luna replicada en la pantalla el tiempo que duró el bache.

El piano de The scientist rompió el silencio para empezar a terminar la noche. Debo admitir que por un momento temí que la piel de gallina sea eterna..

Para cerrar Life in technicolor II, palmas, saludos, más fuegos artificiales, desmayos varios, papelitos que, a contraluz, aún se veian caer y la pista de The escapist para que haciendo pan y queso, salgamos despacito del estadio con el pecho inflado, perdidos en un mar de mariposas posadas en miles de rodetes.

Afuera regalaban LeftRightLeftRightLeft el disco que podía descargarse de manera gratuita desde el sitio oficial de la banda. Al parecer, los Coldplay regalan discos para difundir su música, hacerse un poquito conocidos y, si tienen suerte, llenar estadios alrededor del mundo. Veremos.

Por lo pronto estamos todos con nuestro disco en la mano y los que no llegaron a agarrar el suyo tenian una segunda oportunidad en las afueras del estadio ya que unos buenos muchachos los vendian por $5 (Cantemos el himno, caraxo!)

Eso fue todo y fue más que suficiente. Se terminó un gran show de Coldplay en Argentina. Podemos ir tranquilos, las luces nos guiarán a casa.


Federico Bareiro.
(Crónica en last·fm)




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Habiendo pasado ya unas semanas, subo la crónica acá. Dejé el link para ver la subida al last.fm que la hice al rato de llegar de River y donde varios cebados como yo la firmaron.